Experiencia del alma

Sé tú mismo y vive un poco,

Ni te molestes en pintarte el rostro

Mañana puede llover y borrará los colores,

Nada mejor que saciar la sed de las flores.



No tengas miedo de vivir un poco,

No tengas miedo de la gente que menosprecia nuestro amor

Ay, nuestro amor.



Abre tus pensamientos y escucha a los demás

El prójimo te puede sorprender

Porque él ofrece un algo único,

Es la experiencia del alma,

Donde ustedes se ayudan el uno al otro.



"Sólo sé tú mismo"

domingo, 23 de septiembre de 2012

Hablemos de "M" y su desgracia

Temo por mi amigo M. puesto que yo se que le pasará.
Las señales y los síntomas son tan claros que yo sólo espero que nunca pase lo que pienso que pasará, pero si llega a pasar, que no sea tan pronto, espero yo.

M. es mi mejor amigo desde los 13 años, usábamos el apoyo mutuo de nuestra amistad valorándola siempre; sin embargo M. y yo ya no nos vemos tanto como antes pues ambos vamos a difirentes escuelas. Aun así M. me busca al menos una vez al mes para interconectarnos de una manera espiritual, siempre tenemos ese pensamiento de que nunca nos separaremos y que siempre estaremos juntos.

Lo que más me preocupa de M. es su nuevo pasatiempo que lo trae en un estado de éxtasis. Aparentemente le gusta ese "hobbie" pero uno que es muy reflexivo y analítico se da cuenta en un instante tan diminuto que algo malo le pasará a M. pues sus frenos ya no se manifiestan y sus ruedas están cada día más rotas y desgastadas; y bueno yo sólo espero estar allí para salvar a M. pero ahora les podría apostar hasta mi vida muy apreciada que no le pasará nada terrible porque ya sabe como cuidarse solo, ya no es un niño él y ya no lo es porque él es una persona libre que eligió comprarse esos patines sabiendo que lo terrible ya le había sucedido en su vida y sus patines no son más que un capricho y a la vez un desahogo de una vida terrile e infeliz; sabiendo al mismo tiempo que yo no lo pude salvar de su más grande desgracia...

sábado, 15 de septiembre de 2012

Mi esencia

Ayer viernes hubo un homenaje por la independencia de México, cuando nos avisaron sobre esto el lunes de esa semana yo dije en mi mente "yupi" (obviamente sarcásticamente). No es que no me gusten estos actos  civicos sino que lo que me molesta es que este tipo de cosas son cosas que te imponen  nadamás sin preguntarte (como la religión) y yo para expresar mi inconformismo pues no voy a esos actos cívicos al igual que los actos religiosos que se hacen en mi escuela.


Entonces el viernes en la mañana estaba en el pasillo, estaba sentado leyendo un libro como siempre jaja mientras se daba este acto cívico y la secretaria del  coordinador académico estaba allí, entonces me ve y se me acerca para hacerme algunas preguntas como "¿Por qué no estas alli con los demás?"  ¿Qué querían que le dijera? ¿Qué soy un revolucionario? ¿Qué odio cuando me imponen algo sin preguntar? pues no, todo eso lo dije en mi mente, lo que le dije fue que "estaba más comodo aquí" y me pregunto mi grupo, entonces yo dije en mi mente "¿En serio crees que soy tan  estúpido para darlo?" entonces le dí un grupo falso y se marchó.


A la siguiente hora me van a buscar a mi verdadero salón y  llego a la oficina del  coordinador académico me espera mi verdugo (dije entre mi), nos saludamos de mano y entonces me dice que no asistir a un acto cívico es una falta al reglamento y que merezco una suspensión, que raro había leido el reglamento y no decía nada acerca de eso, ¿Acáso mi coordinador académico es un fascista?. Yo le di una excusa tonta de porque no fui al acto cívico para no tener que decirle la verdad y al final no me suspendieron.


Deapués de esta experiencia no paraba de sonar pensamiento singulares dentro de mi cabeza como: "¿Cómo fue que supieron que era yo el que falto al acto cívico? si les dí un grupo falso y nunca les dí mi nombre además de que no pasaron lista, ¿Acáso no soy tan invisible como pensaba?" Pues yo siempre pensaba que en la escuela yo era el chico que no tenia esencia, el chico al que nadie identificaba, pero ahora veo que si tengo mi propia esencia, tal vez para los demás soy el chico de los libros o algo así. Esto me alegra y me intriga a la vez porque no logro comprender como es que supieron que era yo...

La mujer de negro

Así es, hace unas semanas conocí a una mujer...
Me le quedé viendo de forma enigmática pues en ella ví algo diferente a las demás mujeres y entonces notó que la estaba viendo y me sonrió y yo en cambio me quedé pasmado... pasmado por su belleza totalmente única, pero también pudé notar su sensibilidad y forma única de ver al mundo y lo peor fue que no dejaba de pasar por mi cabeza la idea de que ese era un amor inalcanzable pues es seguro que nunca se interesaría en mí.

Nosotros concurrimos el mismo lugar que es la escela y nos veíamos más a menudo, no les diré su ocupación (pues deseguro ya se dieron una idea de cual es jaja). Todo fue distinto para mi cuando estaba leyendo en los pasillos y me saludó y me comentó que el libro que estaba leyendo "es muy bueno" y "que lo disfrutara" yo en cambio me quedé pasmado de nuevo y sólo pude sonreirle pues en ese momento estaba más interesado en lo que pasaba en mi interior porque podía sentir  que los latidos de mi corazón aumentaron, al igual  mi alma que se alborotó al ver esos hermosos ojos expresando cariño y comprensión a cualquier cosa o ser existente y pudé escuchar con toda claridad esa dulce voz que pronunció mi nombre con tanta ternura, y es cuando me dí cuenta que estaba enamorado de ella... así es... por eso le dedico estos pensamientos.

Una vez más me encontre con ella "la mujer de negro". Le quisé expresar lo que sentí por el libro que acababa de concluir (el que ella me vió leyendo), pero lo único que noté de ella fue una total indiferencia que me ropió por dentro, lo único que pude observar cuando se alejaba de mí fue un tatuaje en su espalda pues su vestido negro le dejaba descubierta la espalda...
Ahora veo que esto que he estado sintiendo últimamente fue un capricho pueríl creado nadamás por mí, seguiré concurriendo a "la dama de negro" sólo espero ya no sentir lo mismo.